Camelia, una flor de espectacular aspecto, con pétalos que deslumbran y atraen miradas. Le contaremos más de ella y sus particularidades a continuación.

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Camelia, una flor elegante
Esta hermosa planta es originaria del Oriente, su llegada al viejo continente se produjo gracias a los jesuitas y no podía ser de otra manera, ya que su nombre deriva de un padre jesuita. La llamaban Camellus, hace mucho tiempo atrás cerca del siglo XVII.
Se comenta que existen un poco más de 80 especies entre arbustos y árboles, como gran variedad de flores de un esplendor inigualable. Al observar cuando la camelia florece se puede ver esos atributos de belleza que a todos asombra.
Posee una flor de gran tamaño de diferentes formas de acuerdo a su tipo, las más simples poseen alrededor de su parte interna, cinco pétalos con gran cantidad de estambres agrupados.
Las dobles y semidobles poseen una cantidad mayor de pétalos que se encuentran más agrupados, llegando a tener similitud con las peonías y rosas. Se caracterizan por unos colores variados que van desde el blanco al púrpura, salmón, amarillo, rojo, rosa o combinación de dos colores.
Sus hojas son compactas, ovaladas con bordes puntiagudos, con un color verde oscuro con mucho brillo y su dorso un poco más pálido. Esta planta representa la longevidad, buena fortuna y felicidad.
En una región española, específicamente en Galicia, mantienen una tradición en el cultivo de esta flor; en la zona costera denominada Rías Baixas, la adoptaron y la constituyeron como su planta favorita.
En esa zona se pueden observar especímenes de gran belleza, anualmente desde el año 1965 se planifica un Evento Internacional de la Camelia. Donde se exhiben diferentes tipos de esta planta, que sencillamente deslumbran a sus asistentes.
Cultivo y cuidados de la Camelia
Los cuidados que requiere la camelia para favorecer su florecimiento, constan de ser cuidadosos al momento de usar el calefactor, debido a su susceptibilidad a las altas temperaturas, por lo que se debe colocar en los sitios de menor temperatura en el hogar y en el medio más húmedo posible, para garantizar así que florezca.
Si se cuenta con un ambiente abierto en la casa, como un patio, balcón o terraza, serían los ambientes ideales para ubicarla, en vista de que posee una alta resistencia a las bajas temperaturas; en estos casos se debe proteger la tierra colocando un poco de paja y/o algunas cortezas.
El tipo de tierra más conveniente, donde se favorece su crecimiento, suele ser aquel que posee un nivel de pH ácido.
Este puede acondicionarse fácilmente colocando capas de tierra de brezo, tierra de castaño o turba rubia. Estos se pueden conseguir con facilidad en los viveros tradicionales.
Para obtener unas flores de gran tamaño se debe dejar un capullo por rama o brote, arrancando los demás. Si tu deseo es tener mayor cantidad déjelas tal como están, es su elección.
El momento ideal para realizar la poda es cuando concluye por completo el proceso de florecimiento o floración. El procedimiento adecuado consta de ir despuntando todas sus ramas, realizando un corte por encima de la segunda o tercera yema, desde la inserción del brote.
Aplicando adecuadamente el procedimiento anterior, podrá garantizar que al año siguiente se reproducirán brotes nuevos de los cuales aparecerán nuevas flores.
Consejos prácticos sobre la Camilia
Para que esta planta pueda florecer adecuadamente, es necesario que cuente con un suministro de luz abundante, teniendo precaución con los rayos del sol que no le incidan directamente.
Un gran inconveniente suele ser que la camelia, al ser cultivada en espacios interiores, se debe cuidar de la temperatura.
Especialmente en hogares con calefactores, por eso es conveniente tener el espacio con una humedad de 60% o más y un clima entre 5° y 12°C. Cuando se esté en una estación caliente como el verano, se debe regar constantemente, al contrario del invierno donde debe regarse con prudencia.
Es clave que en el transcurso de la floración, la cantidad de agua que reciba sea mínima para ayudar a que sus pedúnculos se produzcan fuertes y tengan la capacidad de contener el peso del capullo de la flor.
Al momento de regar es ideal que exista un drenaje eficiente, se debe utilizar agua tibia preferiblemente de lluvia o mineral, debido esto a que no contiene cal, de no ser posible, se puede añadir un toque de vinagre al agua corriente.
El abono debe colocarse luego que la planta florece, se debe usar quelatos de hierro u otro elemento ácido especial para la especie o plantas acidófilas.
Problemas
Esta suele perder sus capullos previo a su apertura, debido esto a demasiada agua o a modificaciones repentinas de la temperatura. La solución es colocar la planta en un sitio iluminado, fresco y sin agua en demasía.
Puede que sus hojas se tornen amarillas y los botones no se aperturan ya que seguramente, no cuenta con la tierra adecuada y el suelo no es suficientemente ácido.
Hojas con manchas plateadas ocurren en el momento que la planta contiene un hongo, y se elimina quitando las hojas afectadas y luego empleando fungicida. Los pequeños bultos en las hojas se deben a la roya, se debe eliminar con fungicida específico para eso.
Consejos para el frio
Cuando llegue el invierno, aparte la planta en las noches de los lugares abiertos como ventanas. Si las tienen en el exterior, cubra las macetas con plástico de burbuja y colóquelas sobre una madera o cualquier otro material aislante protector que posea.
El sustrato puede ser protegido utilizando paja, cortezas, mantillo. No intente realizar el riego ni abonar en días donde las temperaturas estén muy bajas, existan vientos o frentes helados.
Si las plantas poseen capullos, se pueden proteger al caer la noche utilizando papel periódico. Si cuenta con campanas de vidrio fino o cristal, sería lo ideal utilizarlo, teniendo precaución de no colocarle un peso excesivo, ya que esto puede ocasionar el desprendimiento de los capullos.
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