Hoy, hablaremos acerca de la clematis, una espectacular planta trepadora, que te enamora con su amplia gama de flores hermosas y coloridas.
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Clematis
Encantadora y florífera, la clematis añade belleza a muchos jardines y paisajes, creando elegantes exhibiciones verticales, a medida que trepa por muros, enrejados e incluso otras plantas. Es un género de arbusto perenne de la familia Ranunculaceae, que posee un aproximado de 300 especies distribuidas en gran parte del mundo, especialmente en Asia y América del Norte, y sus múltiples híbridos son muy famosos en la jardinería.
Origen
La clematis es originaria de China y Japón, y es bastante cultivada en América del Norte por sus atractivas flores. Florece desde principios del verano hasta el otoño, produciendo flores estrelladas que pueden ser blancas, rosadas, rojas, azules o moradas.
El término de Clematis es proveniente del griego y se traduce en planta trepadora, de la que surge una gran variedad de especies y cultivares, a menudo nombrados por sus creadores o características particulares. Es conocida como la reina de los escaladores, porque sus tallos enredados suben alegremente por paredes, objetos y plantas, formando un tapiz de bellos colores.
Especies de Clematis
Entre las especies comunes se encuentran la clemátide (Clematis Vitalba), clemátide flámula (Clematis Flammula), clemátide de Virginia (Clematis Cirrhosa), clemátide de Armand (Clematis Armandii), clemátide púrpura (Clematis Viticella) y clemátide dulce de otoño (Clematis Terniflora). Los híbridos populares son la Clematis ‘Miss Bateman’, Clematis ‘Lasurstern’ y Clematis ‘Ramona’.
Las enredaderas de clemátides híbridas son realmente excepcionales, con una profusión de flores blancas, azules, violetas, moradas, rosadas, rojas o bicolores. Estas combinaciones poseen flores grandes que varían de 4 a 10 pulgadas de diámetro y dan hasta 100 o más flores por planta en una temporada.
Formas
Hay 3 formas florales generales, que son flores en racimos sueltos, flores en forma de campana o urna y flores planas o abiertas. Muchas clemátides tienen flores fragantes, a excepción de la mayoría de los híbridos; las especies de flores pequeñas ofrecen distintas fragancias que van desde la almendra hasta el chocolate caliente.
Existen cientos de especies y miles de cultivares disponibles, sus tiempos de floración van desde febrero o marzo hasta principios de noviembre en algunos países, atrayendo a los colibríes y las mariposas. Como flores cortadas, las clemátides son duraderas; la fruta es típicamente una estructura vistosa con aspecto de bola y plumosa, y las vainas se utilizan en arreglos florales secos.
Grupos de Clematis
Las clemátides se dividen en 3 grupos, según la floración de la especie y los métodos de poda recomendados para cada una:
Clemátide de floración temprana del grupo 1
Florean a principios de primavera, generalmente en abril y mayo, a partir de los brotes producidos el año anterior.
Deben podarse tan pronto sea posible después de la floración, a más tardar para finales de julio, con el propósito de eliminar los tallos dañados o reducir el tamaño del arbusto, permitiendo que se desarrollen nuevos brotes que florezcan el próximo año.
Las plantas de este grupo abarcan la Clematis Alpina, Clematis Macropetala, Clematis Armandii y Clematis Montana.
Clemátide de floración mediana del grupo 2
Todas las clemátides de esta categoría son híbridos de flores grandes; asimismo, se subdivide en 2a (florecen en primavera y otoño) y 2b (florecen en primavera y luego vuelven a prosperar de modo intermitente todo el verano).
Tienden a crecer en los brotes cortos sobre los tallos viejos y no se recomiendan podar, salvo a inicios de primavera, para quitar los tallos muertos y débiles. Igual se debe eliminar las cabezas de flores pasadas antes de su germinación, justo tras la caída de los tépalos, lo cual favorece la segunda floración que, a diferencia de la primera, difiere en el tamaño y la intensidad de los colores de las flores.
Aquí se incluyen la Clematis ‘Nelly Moser’, Clematis ‘The President’, Clematis ‘Duchess of Edinburgh’ y Clematis ‘Mrs. Cholmondeley’.
Clemátide de floración tardía del grupo 3
Afloran durante la primavera, partiendo del crecimiento de los tallos de la temporada actual y corresponde podarlas drásticamente al finalizar el invierno, cuando están por completo inactivas, a una altura de 30 y 40 centímetros, dejando dos pares de yemas en cada tallo de la planta.
Su desarrollo es rápido, por lo que alcanzan su máxima altura antes de la floración en el verano y es esencial podarlas o, de lo contrario, crecen ramas largas y leñosas sin flores u hojas que afean el arbusto. En esta clasificación se hallan la Clematis Viticella, Clematis Texensis y Clematis Jackmanii.
Cuidados de la Clematis
Las clemátides no son plantas exigentes y apenas necesitan cuidados, pero en los primeros años de su crecimiento, prefieren una fertilización con materiales orgánicos o abonos ricos en nitrógeno y potasio. También disfrutan que las cultiven con la cabeza al sol y los pies a la sombra.
Al plantar, es bueno enterrar la base de la planta unos centímetros por debajo del nivel del suelo, usando una mezcla para siembra de buena calidad y materia orgánica, y regar bien, asegurando que el agua llegue a las raíces más profundas.
Un método de poda es fundamental y se emplea dependiendo de la época del año en que florece la planta. Si no tienes certeza del grupo al que ésta pertenece, presta atención a su florecimiento por un año.
Con respecto a los problemas de salud, las principales enfermedades fúngicas son el mildiú polvoroso (moho blanco) y la marchitez de la clemátide.
Para prevenir el mildiú polvoriento, las plantas se colocan en áreas bien ventiladas sin demasiada humedad. Hoy en día, se disponen de tratamientos a base de azufre o fungicidas sistémicos anti-mohos que controlan la condición.
El marchitamiento de la clemátide afecta con marcada preferencia a las variedades de flores grandes, cuando las plantas aún son jóvenes y están en su período de mayor crecimiento, provocando que toda la planta o parte de ella se seque en poco tiempo. Conviene evitar el anegamiento y eliminar el área afectada de la planta.
Las plagas básicas de la clematis son los pulgones, los caracoles, las babosas y las cochinillas que se combaten de manera eficaz con aficidas específicos.